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miércoles, 2 de octubre de 2013



Región Metropolitana, Santiago, Chile, a 2 de octubre de 2013

A la comunidad del XXIX Congreso Latinoamericano de Sociología
ALAS, Chile 2013.
A la comunidad estudiantil latinoamericana.

¡PROHIBIDO OLVIDAR!

Cuando rememoramos el final de la década de los sesenta en México, nuestra memoria se niega a olvidar momentos trágicos de la población estudiantil, inocentes y románticos estudiantes que buscaban una autonomía universitaria alzando sus voces, que pretendían ver con vida a los desaparecidos y ambicionaban ver libres a sus presos políticos. Ellos, quienes habían denunciado el acoso, ellos, quienes eran descalificados en los medios de comunicación, ellos, a quienes el gobierno los acusaba de terroristas, estaban a punto de ser masacrados.
A pesar del tiempo y la persecución resisten contra el olvido, siguen de pie, caminando el oscuro sendero de la noche buscando alcanzar el alba.
Compañeros, recordamos el sonido de miles de balas, de miles de gritos, de gases lacrimógenos, es el recuerdo de un presidente Gustavo Díaz Ordaz, a quien odiaremos cada día de nuestra existencia por este acto atroz. A manos del ejército mexicano murieron cientos de estudiantes, sí, aquel ejército heredero de la Revolución Mexicana. El miedo a la alteridad, auténtica arma de destrucción masiva, que exhalaban los diferentes gobiernos en el siglo XX, recorrió el cosmos latinoamericano como lo hace hoy. El mensaje fue y es claro, las ideas conservadoras deben estar siempre por encima del ser humano. Esta misma convicción  que esa tarde mexicana del 2 de Octubre se dio cita con los cuerpos, sus gritos de garganta, sus mantas y panfletos buscando con sus movilizaciones ser entendidos y entender que la sociedad cambia y que ese cambio debe permitir el florecimiento de la vida en sus diversas formas como se hace hoy día. El movimiento estudiantil, estaba en los albores de un evento deportivo mundial; las olimpiadas de 1968 que tomarían lugar en el corazón de su casa de estudios. Estudiantes de las universidades públicas y privadas marcharon juntos desde meses atrás, articulados con otros sectores de la población, dieron cuenta de la envergadura del proceso en la cercanía del show olímpico, y la explosión de la necesaria rebeldía que hacía virar el timón de un barco incierto pero fecundo, ofrendada su sangre en las piedras de aquella plaza milenaria a manos de las metralletas y las pantallas de Televisión, a través de sus comunicadores, anuló la matanza con una sonrisa y un bombardeo de telenovelas.

Hoy, volvemos a respirar el fantasma fétido que envuelve nuestros países, la persecución política y la represión violenta y generalizada a los movimientos populares en México, dan cuenta de la actitud excluyente del gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto hacia los que dan sentido a la nación, vemos el color de la sangre en los rostros de nuestros compañeros chilenos, que sufren la herencia de un golpe de estado; la deuda millonaria a los bancos como sentido de la existencia del estudiante chileno. Llegan también las noticias de los muertos brasileños, en su legítima lucha a favor de su integridad física y moral, los campesinos colombianos y sus estudiantes que desde 1928 conocen el significado del terrorismo de Estado. Desde México sentimos, en este aterido 2013, la necesidad de compartirles este llamado, a la conciencia, al no olvido, a la empatía en la lucha, a que sepan, pues, que nosotros somos ustedes y que sus muertos también son nuestros, que estamos de pie, ya no huyendo, sino resistiendo con la extraña confianza que se tiene una vez vencido el miedo.
Hoy, las y los estudiantes mexicanos en comunión con los sindicatos independientes y el pueblo en general hacemos el llamado a formar mayorías que vinculen a nuestros pueblos a caminar y organizarse.

“Por ello, el 2 de octubre conmemoramos, no festejamos; el 2 de octubre nos llenamos de tristeza, no de júbilo; el 2 de octubre nos da fuerzas, no nos hace débiles; el 2 de octubre no esperamos golpes, esperamos una disculpa.
Todo empezó por una injusticia, 2 de octubre no se olvida.” (Ortiz, A., 2013)

¡Alto a la criminalización de la protesta social!
¡2 de octubre, no se olvida!
¡Presos políticos, libertad!




RED NACIONAL DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA-MÉXICO.
ESTUDIANTES DE LA UAM- XOCHIMILCO






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